La obesidad es una enfermedad que según datos de la Organización Mundial de Salud (OMS) alcanza proporciones epidémica y afecta ya a más de mil millones de personas en todo el mundo.
Al respecto la OMS, advierte además de que las cifras continuaran creciendo, y las estimaciones apuntan que para 2035, aproximadamente mil 900 millones de personas casi el doble de la actualmente sufrirán del sobre pesos y obesidad en el planeta.
Una crisis de salud global que los expertos de la OMS califican de predecible y prevenible, por los que instan a todos los gobiernos a adoptar medidas urgentes.
Se recuerda que la obesidad es una acumulación anormal o excesiva de grasas en el cuerpo, que un índice de masa corporal de más 25 se considera sobrepeso y superior a 30 se cree obesidad.
Pero en ningún caso se trata de una opción de vida y es que el exceso de grasas acaba depositándose en casi todo los órganos del organismo, dando lugar a múltiple enfermedades que se asocian desde la diabetes tipos 2, hipertensión arterial, al apnea del sueño, el hígado graso, deterioro cognitivo, insuficiencia cardiaca y renal, y el cáncer; de hecho hasta ahora la obesidad se ha asociado al desarrollo de treces tipos de carcinoma.
Desde la Sociedad Española para el estudio de la obesidad, aprovechan para insistir en que se debe dejar de estigmatizar este fenómeno que cuenta con un fuerte rechazo social.
Pero tampoco se puede negar el estilo de vida y dieta, que influye en salud, de ahí que cada país presente su propia tasa de obesidad, sin que haya una correlación directa entre esta y la situación económica, así y en contra de lo que se creían los países más obesos del mundo, no son necesariamente los más ricos o desarrollados.
Para luchar contra este mal la OMS declaro en 1995, a la la obesidad como una enfermedad, es decir como algo que debe ser contemplado en el programa de salud pública y que requiera una actuación preventiva.