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09abr.

¡Una Iglesia que anuncia y denuncia!

Por: Julio Martínez, corresponsal Red Meridiana UDECA  

El viernes Santo recién pasado la Iglesia Católica Dominicana realizó el tradicional sermón de las siete palabras en las distintas catedrales del país. Este año, al igual que los anteriores, las denuncias de los machos que aquejan a nuestra sociedad, estuvieron muy presentes.

Las "bocinas pagadas", no se hicieron esperar, y algunos se atrevieron a referirse a nuestros obispos y clérigos, no tienen moral para hablar de la forma que lo hicieron, porque sirven a una “institución parasitaria” del Estado.

En torno a eso, me pregunto, ¿Cómo puede ser parasitaria una institución que tiene cientos de colegios y escuelas en todo el país, brindando educación de calidad y fundamentada en principios morales y éticos? ¿Cómo puede ser parasitaria una institución que tiene cientos de dispensarios médicos, farmacias y promotores de salud, trabajando en lugares en los cuales el Estado no puede satisfacer el derecho a la salud, y promoviendo campañas de lactancia materna, vacunación y prevención de enfermedades? ? ¿Cómo puede ser parasitaria una institución que cuenta con docenas de hogares de ancianos, donde se les da amor y asistencia a cientos de ancianos que muchas veces han sido abandonados por sus familiares? ¿Cómo puede ser parasitaria una institución que tiene varios centros de atención y cuidado de niños (guarderías) mientras sus madres están trabajando? ¿Cómo puede ser deficitaria una institución que se dedica a trabajar con jóvenes de la calle, despreciados, por medio de casas de acogida? ¿Cómo puede ser parasitaria una institución que les brinda atención legal y psicológica a mujeres y niños maltratados por medio de abogados y psicólogos? ¿Cómo puede ser parasitaria una institución que brinda apoyo, por medio de formación técnico-profesional a jóvenes en riesgo social, para de esa manera reinsertarlos en la sociedad?

Y me sigo preguntando ¿Cómo puede ser parasitaria una institución que diariamente le da de comer a cientos de personas por medio de los trabajos realizados por Cáritas Internacional a través de Cáritas Dominicana? ¿Cómo puede ser parasitaria una institución que introdujo el cooperativismo en la República Dominicana como un aporte para acabar con la usura? ¿Cómo puede ser parasitaria una institución que brinda servicios de seguimiento espiritual y médico a personas infectadas con VIH? ¿Cómo puede ser parasitaria una institución que diariamente, a través de sus emisoras, agrupadas en la red de emisoras católicas (UDECA) hace trabajos de educación formal e informal a lo largo y ancho de la isla de Santo Domingo?

Ahora bien, si a eso es que le llaman “parasitismo”, para usar palabras de las mismas bocinas pagadas y resentidos sociales, entonces hay que cambiar el concepto, porque para mí lo que hace la Iglesia es AMOR AL PRÓJIMO, COMPROMISO SOCIAL Y ENCARNACIÓN DEL EVANGELIO.

Las autoridades ni siquiera han dicho esta boca es mía, confirmando la máxima “el que calla otorga”. Tal vez andaban para la playa o alguna villa en Punta Cana, Las Terrenas o Romana.

Lo que no está en silencio y grita a voces es que a pesar de que los “numeritos” del Banco Central y dicen lo contrario, la pobreza y la marginación son evidentes. Muchos son los dominicanos que viven en la pobreza, ganando salarios de miseria, y no son pocas las que se encuentran en niveles de pobreza absoluta. Viviendo al margen de los logros que tanto hablan los “numeritos”. Muchos de estos dominicanos, no tienen trabajo, ni vivienda y, en algunos casos sus hijos no cursan estudios, son víctimas de los políticos en época de campaña, de las funditas de comida, de la demagogia de los que han usurpado el poder, no importa la bandera política, de manos del pueblo en la falaz democracia en la que vivimos.

 

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