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Por: Ana Margarita Pérez Salceda

Desde muy pequeña escuchaba la frase ¨los árboles son los pulmones del planeta¨, entonces no tenía conciencia del significado tan profundo que albergaban aquellas palabras. Crecí en un campo y eso me regaló la posibilidad de contemplar el verde en todas sus tonalidades. Junto a mi abuela materna sembré muchos árboles de frutas, y nos fue posible disfrutar sus frutos.

Hoy el mundo vive la industrialización en constante crecimiento y al ser humano se le olvida el tamaño de la contaminación atmosférica. Se hace necesario posar la mirada en la naturaleza y sus ecosistemas, convocar campañas de reciclaje, evitar esparcir basuras o desechos en los bosques, ahorrar el agua, y lo más importante, sembrar un árbol. El objetivo ha de ser disfrutar del entorno respirando un aire puro y limpio. Pero al escribir este texto vienen a mi mente los escasos contenedores de basura en el distrito nacional de Santo Domingo. En efecto, la ciudad utiliza tanques de plástico para la recogida de la basura y los mismos son bien estrechos y pequeños, lo que hace se atiborren rápidamente y los ciudadanos arrojan la basura fuera de los tanques. El mal olor juega su papel en estas condiciones y ni menciona las cucarachas, ratas y mosquitos que desencadenan las diferentes enfermedades a la población.

Mi invitación a todos los habitantes de República Dominicana es la de almacenar nuestros desechos en fundas de plástico bien cerradas para contribuir a la limpieza y el bienestar de nuestra ciudad. De esta forma el camión de la basura podrá hacer un mejor trabajo, y el planeta nos lo va a agradecer. Juntos podemos ser sembradores de espacios cargados de esperanza ya su vez de un planeta más verde para todos.