La zona pastoral de Barahona, en la diócesis de Barahona, realizó el sábado 28 de septiembre, su tradicional Caminata Bíblica, con el lema: "Lámpara es tu Palabra para mis pasos, luz en mi sendero", partiendo de la plazoleta Duarte frente al obispado, en un recorrido por varias calles, hasta llegar a la Catedral Nuestra Señora del Rosario, donde celebraron la Eucaristía que presidió Monseñor Andrés N. Romero Cárdenas, obispo de Barahona y concelebraron los sacerdotes de las parroquias de la zona.
Durante la caminata, realizó varias paradas reflexivas entorno a la Palabra de Dios: una lámpara para mis pasos. Dios ilumina mi camino con su palabra. La palabra de Dios es fuente de vida y esperanza. Aplicando la palabra de Dios en mi vida diaria, y ¿cuál es la importancia de confiar en la palabra de Dios para guiar nuestros caminos y tomar decisiones correctas?
En la celebración de la Santa Misa, Monseñor Andrés centró su homilía en Biblia y Eucaristía. Destacando que la Iglesia se nutre del pan de vida en la mesa de la palabra de Dios, como del cuerpo de Cristo, así lo enseña el magisterio de la Iglesia.
El prelado católico prosiguió su reflexión, expresando que el concilio dice que esta mesa está puesta ante los pobres cada día, pensando en aquellos que participan de la misa diaria con temas variados que iluminan, consuelan, fortalecen, denuncian, sobrecogen y orientan en toda clase. . . . de circunstancias de la vida. Quien no se ha sentido interpelado profundamente por la palabra de Dios ante una realidad que pudiera estar viviendo en su vida personal y familiar y al escuchar el evangelio o algunas de las lecturas han dicho que este mensaje es para mí, y es para nosotros. Resalto que la palabra de Dios nos interpela, pero también da consuelo en ese pan diario que debemos procurar y que la Iglesia lo ofrece variado porque hay distintos temas para todos los temas cristianos y es lo que se debe observar.
La liturgia está organizada de tal modo que las virtudes cristianas pueden ser iluminadas y fortalecidas en cada una de las misas. En un momento del año, van a aparecer aspectos en la vida cristiana que son fundamentales, como también van a ser denunciados los vicios capitales que también nos impiden el crecimiento y el seguimiento; pero para el Señor somos iluminados, interpelados, pero también animados y consolados.
Para alimentarse de este pan hay que tener hambre de Dios, hambre del sentido de la palabra, en una búsqueda ardiente de llenar nuestro corazón. San Lucas nos ha dejado un testimonio muy bonito. Él nos relata dos banquetes, el primero ha tenido lugar en el cenáculo el jueves Santo (en la última cena) y el segundo es el domingo de Pascua como Sacramento del encuentro de los discípulos que regresan de Jerusalén a Emaús. Sucedió que cuando se puso a la mesa con ellos tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron este bonito relato de los caminantes de Emaús.
Al finalizar la celebración, el padre Carlos Matos, vicario zonal, agradeció la presencia de los fieles de todas las parroquias de la zona de Barahona, al igual que a los maestros y alumnos que asistieron en representación de las escuelas y colegios parroquiales.
El Padre Ángel, recordó y motivó las fiestas patronales de la Catedral en honor a Nuestra Señora del Rosario.
Por: Enmanuel Peña Feliz, Centro de Producción de Contenido-UDECA.