El Papa Francisco “hace un llamado que llega en un momento oportuno, cuando la nación ordena sus esperanzas y clama, juntamente con el Santo Padre, por la liberación de todos los secuestrados e invita a hacerlo sin condiciones”. Así lo ha manifestado el padre Rafael Castillo, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social Cáritas, de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), tras las palabras pronunciadas ayer por el Obispo de Roma en el Ángelus.
Autoridad moral
“Sentimos la voz cercana de una autoridad moral en condición de mandar a parar los crímenes de lesa humanidad, como las violaciones al derecho internacional humanitario”, agrega el prelado colombiano.
Las palabras del Papa Francisco tuvieron amplio eco en el país, que a través de una serie de conversaciones, en primer lugar con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), ha emprendido en los últimos meses un arduo esfuerzo de paz, en muchas circunstancias contradicho por las acciones de los grupos armados.
En particular, el ELN pide financiación para sostener su organización, como condición para poner fin a la práctica del secuestro, utilizada también por otros grupos armados y bandas criminales, como la milicia paramilitar del Clan del Golfo. El secuestro más reciente tuvo lugar en la tarde del sábado, contra Jefferson Elías Murillo, registrador delegado del Chocó, quien fue abordado por hombres armados cuando se desplazaba por el occidente del país, una de las zonas de mayor concentración de grupos armados.
Ponerle límites a la guerra
“El clamor del Papa –continúa el padre Castillo– nos recuerda que la liberación de todos los secuestrados es un deber ante Dios. El Papa Francisco va a al rescate del proyecto humanizador de Dios, el cual sabe ponerle límites a la guerra. En ella no todo se vale. Es una acción que favorecerá un clima de reconciliación y Paz para Colombia que ha vivido momentos difíciles y críticos, a lo largo de su historia republicana. Momentos que el Papa Francisco conoce muy bien”.
Según el Director de Pastoral Social Cáritas, “esta voz de aliento y de esperanza va a contribuir en gran manera a que maduren las confianzas, a generar credibilidad en el proceso que se está viviendo, al tiempo que ofrece certezas a las comunidades que hoy no solamente viven el control territorial, el confinamiento, el secuestro, la explotación de sus recursos naturales, el reclutamiento de menores, sino también la profanación de la dignidad de adolescentes y mujeres en esa Colombia profunda”.
Tender puentes de diálogo
“Contribuir a hacer del dialogo y de la palabra el puente más civilizado” es una prioridad para el padre Castillo. Al mismo tiempo, “si algo se opone a la reconciliación en Colombia es la impunidad”, y “el Papa Francisco sabe que cuando la justicia es demasiado largamente esperada, deja de ser justicia, y agrega dolor y escepticismo. Sabemos que en miles de familias colombianos que han vivido y están viviendo el drama del secuestro, hay heridas abiertas y angustiosas, después del secuestro, detención o desaparición de un ser querido”.
El padre Castillo concluye: “Colombia ha vivido momentos difíciles y críticos. Han sido tiempos de desencuentro y de enfrentamientos dolorosos. La reconciliación a que nos llama el Santo Padre, no es ‘borrón y cuenta nueva’, y menos impunidad. Es necesario el empeño de toda la nación en la búsqueda de la verdad, el reconocimiento de cuanto sea deplorable, el arrepentimiento de quienes sean culpables, y la reparación en justicia de los daños causados. También debemos reconocer como creyentes y como hijos de la Iglesia que el perdón y la reconciliación son dones de un Dios, que nos hace hermanos”.
Fuente: https://adn.celam.org/padre-rafael-castillo-el-papa-nos-recuerda-que-la-liberacion-de-los-secuestrados-es-un-deber-ante-dios/