Nuestro Dios es un Dios paciente y misericordioso, un Dios que conoce nuestro interior, nuestra forma de ser, nuestras realidades y nuestras debilidades.
Es un Dios que sabe acariciarnos, como un padre que sabe y conoce a su hijo, mas allá de lo que el muestra a los demás, él sabe agradar a nuestro corazón con el amor, que tanto nos hace falta.
Los niños Latinoamericano se enfrentan en la actualidad a una triple amenaza de virus respira...
Miles de israelíes volvieron a manifestarse contra la reforma judicial impulsada por el gobie...
El tratado para proteger los mares ha tardado demasiado, así lo lamento el secretario general...
Con las procesiones y misa del Domingo de Ramos se dio inicio a las celebraciones litúrgicas ...
Estamos llamados a actuar como los niños que siempre son necesitados de sus padres, de un adu...
La Pastoral de la comunicación y prensa de la Arquidiócesis de Santo Domingo se reuni&...