Mons. Francisco Ozoria Acosta, Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo presidió la Celebración Litúrgica de Clausura del Proceso Investigación Diocesana Sobre la vida, virtudes y fama de santidad del Siervo de Dios Emiliano Tardif en la Arquidiócesis de Santo Domingo.
El acta de esta sesión de clausura fue firmada por: Monseñor Francisco Ozoria Acosta, el R.P. José Joaquín Domínguez, Delegado del Arzobispo para esta Investigación Diocesana ; R.P. Wagberto Gabriel Promotor de Justicia, Sor Eulalia Rodríguez Notaria, y Monseñor Valentin Reynoso H.(Plinio) Vice-Postulador
El camino a recorrer será el siguiente:
1. Concluida la fase diocesana de investigación, las actas, debidamente selladas, serán remitidas a Roma al Dicasterio para las Causas de los Santos, donde darán comienzo la fase romana del procedimiento canónico.
2. El Postulador pedirá la apertura de las actas procesales para proceder a la comprobación de la exacta observancia de las normas procedimentales.
3. Obtenido el decreto de validez jurídica, el Dicasterio para las Causas de los Santos nombrará un Relator de la Causa, bajo cuya dirección se prepará la « Positio super virtutibus o Positio super martyrio ».
4. Terminada la Positio y depositada oficialmente en el Dicasterio, se procederá al examen oportuno por parte de los Consultores históricos y los Consultores teólogos.
5. Los Cardenales y los Obispos, miembros de la Congregación para las Causas de los Santos, durante la Sesión Ordinaria darán sua votoa acerca de la heroicidad de las virtudes o el martirio de un Siervo de Dios.
6. El Santo Padre será informado sobre el desarrollo del proceso y los respectivos resultados de valoración. Autorizará, pues al Dicasterio a promulgar el decreto sobre las virtudes heroicas o sobre el martirio de un Siervo de Dios, al que desde ese momento le corresponde el título de Venerable.
7. Sería necesario entonces el reconocimiento de algún milagro para que fuera proclamado primero Beato y después Santo por el Papa. En un discurso a los participantes, en un coloquio organizado por la Congregación para las Causas de los Santos, el Papa San Juan Pablo II dijo: "En las causas de los santos, los milagros tienen un fuerte significado: hacen oír la voz de Dios en el discernimiento de la Iglesia para la beatificación y canonización de un Siervo de Dios. Iluminan y confirman el juicio que compromete la autoridad de Pedro y de la Iglesia ».